La poesía lírica de Safo de Lesbos llega fragmentada al siglo XXI. Los retazos ilustran versos capaces de expresar, austeramente, diferentes expresiones humanas, entre las que destaca el amor. Pero no es cualquier amor, es aquel sentido desde la perspectiva de la mujer como ser sensible, capaz y autónomo; lo que resalta al ser una poetisa de la época arcaica griega.
No sé lo que persigo: mi mente está partida en dos. Safo de Lesbos
El amor se presenta en doble vía. Por un lado, como un sentimiento, dándole importancia álgida en la vida al amor, la belleza y la sensualidad. Esta autora llega a la contemporaneidad contra los perjuicios gracias a una poesía fuerte, sin tapujos ni tabúes, pasional, aunque a la vez cálida y afectuosa. Safo, desde siglos atrás, comenzó con la desmitificación de la homosexualidad como algo anormal, siendo relaciones usuales en la Grecia antigua; así, plasmó que el amor y la sexualidad no solo se dan entre mujeres y hombres, sino entre personas del mismo sexo.
El Amor me sacudió / como el viento que en el monte / estremece las encinas. Safo de Lesbos
Por otra parte, se muestra al amor como reflejo del poderío de la diosa Afrodita, y de su intromisión y persuasión respecto los sentimientos humanos. Esto debe entenderse desde el punto de vista del contexto histórico, pues los antiguos griegos solían dirigir plegarias a sus dioses, lo que no era excepción en materia del amor. Cipris, con su potestad divina, estaba por encima de la voluntad humana y, según su deseo, hacía que un mortal amase a otro, incluso contra su libre albedrío; siendo la deidad la responsable de las tribulaciones de aquellos corazones sometidos al ardid de los dioses por deseo de un mortal o por su intención. De forma transversal, es clara la fiel adoración por la diosa del amor y la belleza, a quien dedicó una oda, único poema de la poetisa de Mitilene que llega completo a nuestro tiempo.
