Más de 300 obras del maestro Jorge Mantilla Caballero se encuentran exhibidas en diferentes instituciones educativas de la ciudad de Bucaramanga y su área metropolitana desde el pasado jueves 4 de agosto.
Pinturas sobre diferentes soportes, dibujos, escultura, modelado y, por primera vez, fotografía, son los diferentes estilos que abarca esta magna exposición que no tiene precedente alguno en la historia del país cuando se habla de un solo artista.
Cumpliendo sus 60 años de vida artística, el maestro Jorge Mantilla Caballero nos trae en su exposición antológica “Línea del Tiempo” un compendio de obras que ha realizado a lo largo de los últimos 22 años.
A pesar del nombre de la exposición, el maestro asegura que su misión es hacer obras atemporales, para el antes, el hoy y el después.
Su gusto por el dibujo empezó desde muy pequeño y en su búsqueda por mejorar su técnica llegó hasta la pintura y a los movimientos estéticos que se ventilaban en el último cuarto del siglo XX como lo fue el expresionismo al que él mismo cataloga como un punto de partida de la mayoría de trabajos de los artistas en Santander.
Iliana Castellanos, su esposa, lo define como un hombre generoso, cariñoso, temperamental, pero sobre todo un hombre lleno de amor y esta exposición es justamente un reflejo de todo esto ya que el maestro en esta oportunidad ha elegido a la comunidad estudiantil como su público objetivo ya que él sabe que todos estos jóvenes que asisten a la universidad serán en un mañana los principales consumidores del arte y por eso la importancia de hacerlo asequible en los espacios que habitualmente frecuentan debido a sus compromisos académicos.
“El arte es el oficio más importante de la humanidad” afirma Carlos Prada Hernández, el curador de este proyecto que se lleva gestando desde enero y que incluye a un grupo interdisciplinario de más de 30 personas.
“La fantasía es algo con lo que no todos pueden soñar, no todos pueden pensar” dice el maestro Mantilla Caballero cuando se le pregunta sobre lo prolífica de su obra y en cómo el artista toma entonces un rol primordial en la sociedad como alguien que no puede ser igualado, sino admirado y contemplado.
Desde su casa en Girón, en la que vive junto a su esposa, sigue creando, vendiendo y recibiendo a propios y extraños que quieren conocer un poco más sobre su proceso creativo y que desean tener en sus casas una de sus maravillosas obras sabiendo que con estas, tienen con ellos no solo una pieza única, sino un pedazo de vida de uno de los artistas más importantes del país.
