Hace unos años, en medio de las catacumbas de la catedral mexicana más grande –la Catedral Metropolitana– me encontré con una historia que guarda destrucción, cultura, arte y ruinas. Es una historia en la que la cultura azteca o mexica sucumbió ante los españoles. ¿Qué pasa cuando las edificaciones religiosas españolas esconden por debajo de sus cimientos los vestigios de uno de los imperios precolombinos más importantes del mundo?
Los aztecas si bien existieron durante relativamente poco tiempo (1325 d.C. – 1521 d.C.), fueron uno de los mayores imperios precolombinos por su desarrollo económico, político y social. Sin embargo, las debilidades internas derivaron en su caída gracias a la llegada de los españoles, quienes, en un inicio, encontraron aliados en aquellas comunidades indígenas oprimidas por los mexicas.

En México se conservan los vestigios de un pasado indígena que fue víctima, en parte, de su propio poderío desbordado. Uno de esos residuos es el centro de su cultura, su metrópoli denominada Tenochtitlan, fuertemente ligada a su cosmogonía.
Según los mitos de la fundación de Tenochtitlan, los mexicas levantaron su ciudad, por órdenes de Huitzilopochtli, su dios patrono, en el lugar en que nació un nopal que brotó del corazón de Copil, guerrero sacrificado. Fray Diego Durán
Parte de la grandeza de Tenochtitlan no solo radica en la gran ciudad que se conformó social, política y económicamente, sino en su arquitectura y arte. Los aztecas, como otras culturas precolombinas, dieron muestras de ingenio más allá de lo que podría pensarse para poblaciones generalmente tildadas como “incivilizadas”.

Tenochtitlan reflejaba de muchas maneras los avances científicos y artísticos de sus habitantes. Así, la traza urbana y la orientación de los edificios principales expresaban los conceptos de su cosmovisión y sus conocimientos sobre el movimiento de los astros. Las grandes obras hidráulicas y el sistema agrícola de chinampas que desarrollaron, así como la magnificencia de los templos y edificios que construyeron, nos hablan de sus aptitudes en los campos de la ingeniería y la arquitectura. Bertina Olmedo Vera
La conquista española desterró a la cultura azteca: la intentó eliminar y esconder por debajo de sus propias edificaciones. Tal vez algo que no todos conozcan, es que parte de ello se llevó a cabo gracias a la arquitectura, la primera de las bellas artes. Así, por encima de la gran ciudad de Tenochtitlan, intentaron evitar la memoria de quienes antaño habitaron esas tierras, sobreponiendo la cultura española.
Uno de esos casos es el de la construcción de la Catedral Metropolitana –ubicada en el actual Zócalo de Ciudad de México–, debajo de la cual se encuentra parte del Templo Mayor, en honor a sus dioses.Además, se edificó parcialmente con piedras de este mismo recinto, si bien parte se conserva en lo que se conoce como Museo del Templo Mayor.

Los españoles –encabezados por Hernán Cortés–, no solo decidieron evangelizar y arrebatar la cosmovisión azteca, sino que profanaron sus templos religiosos para consturir los suyos propios, escondiendo vestigios milenarios que se encuentran ocultos por la arquitectura y religión traida de España. Adicionalmente, como parte del conjunto de esta cátedral, se encuentra la Capilla de las Ánimas debajo de la cual se encontraron cimientos del tradicional juego de pelota mesoamericano.
Hoy día la Catedral Metropolitana se constituye como una obra arquitectónica y artística de gran magnitud, sobre la cual se han ejercido acciones tendientes a su conservación debido a la inclinación natural que tiene dado el terreno ladeado de la capital mexicana. Sin embargo, en medio del recinto, uno no puede dejar de pensar en las ruinas aztecas –representativas de su cultura, arquitectura y religión– que no se han excavado con el fin de no destruir la Catedral Metropolitana. Se trata de una zona mexica signo de historia, misterio, sociedad y cosmovisión.

Los mexicanos, como los conocemos actualmente, no solo son la consecuencia de los indígenas precolombinos, sino de todas esas otras culturas que llegaron al territorio siglos atrás. Los españoles también han tenido fuerte incidencia en el constructo social de México, no debiéndose olvidar que su capital se ha construido con una fuerte multiculturalidad reflejada, entre otras, en su arte: arquitectura, artes visuales, literatura, música, danza. La Catedral Metropolitana ha prevalecido sobre los vestigios milenarios aztecas; una vez más, los españoles ganan la batalla a los indígenas precolombinos.
Bibliografía:
Caracol Televisión. (s.f.). Especiales Caracol: El redescubrimiento. Entrevista a Diana Uribe. https://www.youtube.com/watch?v=icwuZtJOJC8
De la Torre Díaz, A. (s.f.). Los secretos prehispánicos debajo de la Catedral Metropolitana. https://mxcity.mx/2018/11/secretos-prehispanicos-debajo-de-la-catedral-metropolitana/
Olmedo Vera, B. (2011). Tenochtitlan. Arqueología mexicana 18(107), 59-65. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3740146
Durán, D. (1867). Tomo I Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme.https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/historia-de-las-indias-de-nueva-espana-y-islas-de-tierra-firme-tomo-i–0/html/