Por: Laura Gabriela Castro González
Fotografía: Hillary Zárate
-Entonces a mí me asignan como director de escena, es decir, la segunda voz después del maestro que es el director artístico…
Gracias al empeño de los muchachos, quienes se responsabilizaron de la construcción de sus personajes, compusieron la música, diseñaron y confeccionaron el vestuario y la escenografía, en aproximadamente dos meses de trabajo ininterrumpido estuvo montada la obra, lista para estrenarla el 4 de agosto de 2019 en Charalá, exactamente doscientos años después de los sucesos históricos. Inundados de emoción y nerviosismo, los actores y el mismo Jonathan llegaron impacientes al pueblo, y se fueron satisfechos después de una gran ovación de conmovidos charaleños que les agradecieron con el corazón en la mano y lágrimas en los ojos.
Las dos funciones en Bucaramanga el 7 de agosto no se quedaron atrás. Con el Auditorio Luis A. Calvo a reventar, “Un agosto en Charalá” tuvo tanto éxito, que tuvieron que repetirla los días 2, 3 y 4 de septiembre, porque muchos se quedaron sin poder verla en su estreno en la ciudad (entre esas yo) y no podíamos permitirnos perdernos una obra que es el testimonio del verdadero trabajo del artista: contar las cosas como pudieron haber pasado, y educar a la gente para transformar la sociedad a través del arte.
Este año, teniendo en cuenta que por la pandemia no pudimos vivir una nueva temporada de esta obra sobre las tablas, la Revista Enredarte ha querido rendir un homenaje a este trabajo que ha traído hasta nuestro tiempo una historia que es nuestra historia, que nos mueve las fibras y nos emociona hasta las lágrimas. Esperamos que las condiciones mejoren y pronto nos volvamos a encontrar en los escenarios y disfrutar de buen teatro, teatro 100% santandereano.
