El pasado jueves 5 de mayo, el pianista colombiano Lezlye Berrío realizó un recital en el Luis A. Calvo de la UIS en el que combinó las artes de la pintura con la música interpretando 14 piezas del compositor que le da nombre al auditorio y del cual tiene un gran proyecto llamado “Historias del Piano Colombiano Luis Antonio Calvo y Lezlye Berrio”

 “Es el proyecto más grande que he creado en mis 38 años. Llevo 5 años ejecutándolo. Son 6 copistas de música, 3 productores musicales y 103 músicos en escenario grabando 214 fonogramas en 3 teatros diferentes”.

Este proyecto no es solamente el más grande realizado por el maestro Lezlye Berrio, es también el proyecto más grande en la historia de la música colombiana ya que incluye la totalidad de las partituras para piano del maestro Calvo que son 77 obras divididas en 5 tomas con un total de 711 páginas. Están también las 30 obras vocales profanas que son un aproximado de 350 páginas y las 36 obras corales de música religiosa que son un total de 400 páginas.

Coro grabando Historias del Piano Colombiano

La inspiración para realizar este proyecto

“Dolor que canta: la vida y la música de Luis A. Calvo en la sociedad colombiana de comienzos del siglo XX”, escrito por Sergio Ospina Romero, biógrafo oficial de Calvo, es la única producción literaria en la musicología en Colombia que ha sido Bestseller y, al igual que el proyecto de Berrío, lo realizado por Ospina Romero fue un trabajo arduo de muchos años que lo llevó a recopilar una gran cantidad de información sobre Calvo y a organizar su obra. Si bien no hizo edición de partitura, realizó lo que fue hasta ese momento la catalogación más completa pensada en el piano colombiano.

Que Ospina Romero le compartiera su archivo fue una gran motivación para que Lezlye Berrío decidiera realizar la integral de piano solo.

Más adelante, con el proyecto ya en marcha, tuvo contacto con un norteamericano que vivía en Asia y que le compartió 16 obras vocales con piano de Calvo, 14 de ellas totalmente inéditas. Que alguien le compartiera música del compositor santandereano desde la otra punta del mundo lo hizo darse cuenta de la importancia del proyecto.

Actualmente ha recogido 30 obras desde muchas partes. Los “Calvianos” de Colombia, por cosas del destino, han dejado de ser celosos y han permitido que se hagan las grabaciones históricas.

Lezlye Berrío, Historias del Piano Colombiano

¿Cómo se financia este gran proyecto?

Es un proyecto muy bonito, dice el maestro mientras nos comenta que se dio cuenta, desde su punto de vista, que muchos músicos dependen de estímulos económicos del gobierno para ejecutar su pasión. Si no hay recursos, no se desarrolla el proyecto. Eso lo inspiró para invertir unos ahorros que tenía para una cuota inicial de una casa en Luis A. Calvo.

Desde hace 7 años, él quería sentirse útil. Ya no era una joven promesa, un joven talento, así que creo algo que se llama “Ser un pianista de país”, una frase que lo representa. Cuando hay un negocio y hay que poner dinero, solo quedan los que están dispuestos a perder. En la música la gente pone el talento y el tiempo, pero pocas veces el dinero. El proyecto, en primera instancia, no busca la rentabilidad y no se presenta nada a convocatorios como filosofía. Hay derivados como conciertos con patrocinadores ocasionales, a quienes le puede servir el proyecto, pero no se busca sino ser un puente para que las nuevas generaciones, profesores, musicólogos y público en general, pueda acceder a la música completa del compositor. Lo que seguiría es crear un Concurso Luis Antonio Calvo de Piano para después hacer la Triada Pedro Morales Pino, Emilio Murillo y Luis Antonio Calvo en el Concurso Historias del Piano Colombiano.

¿Dónde se pueden encontrar las obras?

En la página web lezlyeberrio.com están los proyectos, algunos con partituras, otros solo grabaciones. Las partituras se pueden adquirir en descarga digital individual, por libro e integral. Físico se pueden adquirir por libro e integral.

En noviembre y diciembre ya estarán todos los fonogramas de todas las obras en las principales plataformas digitales. La siguiente etapa es la de socialización en las emisoras culturales y religiosas.

Maestro Lezlye Berrío, creador de Historias del Piano Colombiano

Macondo y Agua de Dios

Luis A. Calvo es como el Gabo de la música colombiana. Si vemos Agua de Dios y Macondo, son climas un poco agrestes, pueblos olvidados, donde la política no siempre está a favor de la cultura, donde pasan sucesos mágicos como que en ese pueblo hay 6 museos, aunque no hay ni pancartas ni vallas que los promociones, es otro de los macondos que existen en Colombia.

Luis Antonio Calvo, al ser el proyecto bandera de Historias del Piano Colombiano, es puente para rescatar otros legados cortos o extensos como el de Pedro Morales Pino que ya está, Emilio Murillo que se grabará ahora, Gonzalo Vidal y proyectos cortos como las 19 obras de Manuel María Párraga que ya están grabadas, la música completa de Jesús Alberto Rey Mariño sus 50 piezas breves que ya están completas grabadas y la música de 11 compositoras mujeres del siglo XIX a 1920, 27 obras ya grabadas”.

Lezlye Berrío no es el único pianista del proyecto, pero ha grabado el piano del 90% de la música. Ahora en el proyecto Gonzalo Vidal no lo grabará todo él, sino que se buscará tener un equilibrio. “Son grabaciones estándar en las que se busca un nivel óptimo y donde se trata de generar archivo de video, archivo de audio y en lo posible partitura. En algunos casos muy especiales documental del proyecto como en este de Calvo que sale a final de año a la par con la música”.

En Grabación de Historias del Piano Colombiano

“Gracias a Calvo he tocado Beethoven, gracias a él he podido ser visible, singular”

Crear la mayor cantidad de puentes hacia las obras del compositor es el principal objetivo. En Colombia se han publicado varios libros de partitura con ediciones que no han sido testeadas y por eso tienen errores. En el 2012, el Ministerio de Cultura publicó la Obra Integral para Piano de Pedro Morales Pino que estuvo a cargo de un grupo de personas que se encargaron de pasar la música al computador, pero, al no contar con un pianista que las pudiera tocar, no funcionan como deben ser. Inspirado en esto, se propuso mejorar lo que ya estaba para que las obras que se hicieran en el proyecto Calvo fueran tocadas. Él no las escribe, las revisa en el Piano, tocando es que se da el último puntaje a una partitura antes de salir y carecemos del testeo en nuestro país.

Hay mucho adelantado y hecho, que se debe reconocer, pero hay pocos intérpretes así que cree que esto si va a servir para que los pianistas toquen más estas obras, con mejores ediciones. Cuando las obras no están bien, se vuelve tortuoso tocar.

En la Revista Enredarte estaremos muy pendientes de las próximas publicaciones que el maestro Lezlye Berrío realice sobre su proyecto de Luis A. Calvo y esperamos que vuelva muy pronto a Bucaramanga para seguir deleitándonos con su música.

Lezlye Berrío