Reseña de “Emma”, la novela con la protagonista menos querida de Jane Austen

“Emma”, la novela con la protagonista menos querida de Jane Austen - Revista Enredarte

Proyecto apoyado por el Programa de Concertación Nacional del Ministerio de Cultura y el Instituto Municipal de Cultura y Turismo de Bucaramanga.

Emma, perteneciente a la alta sociedad, era la “reina” de Highbury y sus alrededores, creyéndose intocable e incuestionable. Por su petulancia, egocentrismo e hipocresía, su carácter caprichoso y actitud nefasta la hacen uno de los personajes menos queridos de Jane Austen. Sin embargo, allí, en la humanidad no idealizada, en el reflejo de una época y situación social Emma se alza como un personaje fantásticamente trazado: una joven malcriada. No obstante, la señorita Woodhouse crece y madura con el pasar de las páginas, aprendiendo de sus faltas y equivocaciones.

Tienes que ser tú el mejor juez de tu propia felicidad. Jane Austen

Jane Austen. “Emma”, la novela con la protagonista menos querida de Jane Austen - Revista Enredarte
Jane Austen, novelista británica de la época georgiana que analizó el papel de la mujer en la sociedad. (Foto tomada de Internet)

La historia comienza cuando el mundo de nuestra protagonista se desmorona con el casamiento de su institutriz y mejor amiga. En su hogar solo queda el señor Woodhouse: sobreprotector, nervioso y con miedo a la soledad; y Emma: joven, risueña y empecinada en negarse al amor por no hacer sufrir a su progenitor. Agobiada por todo ello, tras supuestamente haber tenido “buen ojo” respecto al cariño de la pareja recién casada, suple el vacío de su vida con su autoproclamación como Cupido.

Una mujer no tiene que casarse con un hombre simplemente porque se lo pida, o porque él la quiera y sepa escribir una carta decente. Jane Austen

“Emma”, la novela con la protagonista menos querida de Jane Austen - Revista Enredarte
«Emma»: adaptación cinematográfica del 2020 con Anya Taylor-Joy. (Foto tomada de Internet)

Error tras error Emma aprende la lección de su mal sentido, de su intento de creer conocer los sentimientos de los demás, cuando ni siquiera era capaz de adentrarse en los suyos, causando estragos en corazones ajenos y el propio. A pesar de las constantes reprimendas e intentos de crear lucidez por parte del señor Knightley, amigo de toda la vida, las tinieblas solo pudieron disiparse tras sus propios tropiezos. Llena de tensiones y lejos de la cursilería, en Emma lo romántico, si bien es eje transversal, solo es un ápice entre una narración irónica, sarcástica y cómica plagada de personajes reflejo de lo que queremos ser y no ser.

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